En la danza regional mexicana se tiene como objetivo central tener saberes de la danza y proporcionar las herramientas que demanda la práctica profesional actual y cultivando un criterio personal y amplio que faculta a cada persona para incidir de forma prepositiva en la transformación de la danza y con ello propiciar el desarrollo de la sociedad. Los bailes del norte de Tamaulipas (polca, redova, chotis) polaco, escocés y checoslovaco, han sido asimilados por el pueblo que los adopto como propios y les ha dado mayor movimiento y alegría , vibrando en ellos la personalidad y el carácter bravío que se ve reflejado en el zapateo ágil y fuerte de los bailadores , así como en la gracia y coquetería de sus mujeres1 .
La danza regional mexicana aspira a ser vinculada a la tradición, la lucha por la revaloración, conservación y enriquecimiento de la cultura nacional y la creencia de que la danza no solo enseña una técnica, unos pasos, sino enseñar una forma de vida, una concepción del mundo, desarrollar un sentido de la estética, de lo bello, así como la vinculación con otras artes, con la finalidad de potenciar las capacidades, habilidades y destrezas de los futuros danzantes.